La refrigeración consiste en extraer la energía térmica de un cuerpo para reducir su temperatura. Por las propiedades termodinámicas, dicha energía es transferida hacia otro cuerpo. Cabe destacar que el frío propiamente dicho no existe, sino que la temperatura es el reflejo de la cantidad de energía que posee un cuerpo.
Los alimentos, las vacunas y distintos productos médicos requieren de un adecuado sistema de refrigeración para ser conservados. De lo contrario, podrían ocasionar un serio daño a la salud de la población. Por ejemplo: la carne cruda debe guardarse en heladeras o neveras; de lo contrario, se pudre.
En las últimas décadas, la mayoría de los países acordaron dejar de utilizar los refrigerantes que atentan con la naturaleza y dañan la capa de ozono.
La acción de adecuar las condiciones de temperatura, humedad y limpieza del aire dentro de una edificación se conoce como climatización, que comprende tanto la refrigeración como la calefacción (el proceso para elevar la temperatura).
Los aires acondicionados o acondicionadores de aire son los artefactos más usados para lograr la refrigeración de un ambiente durante la temporada de verano